DESCUBRA ST. BARTHS
Desplazarse hacia abajo
Un destino
a la vez glamuroso y
relajante
En una diminuta isla volcánica del mar Caribe, los cielos azules despejados se funden con las aguas azules, las montañas rebosan de exuberante vegetación verde y las playas vírgenes ofrecen extensiones de suave arena blanca.
Puede que St. Barths sea conocida por sus tiendas de lujo, sus restaurantes y su sofisticada vida nocturna, pero su impresionante belleza natural es la razón por la que sigue siendo uno de los destinos vacacionales más exclusivos del mundo.
INFLUENCIAS INTERNACIONALES
La isla, originalmente llamada Ouanalao por los indígenas arawak y taínos, debe su nombre al hermano de Cristóbal Colón, el primer europeo que pisó esta tierra en 1493.
Desde entonces, St. Barths ha sido colonizada por franceses, españoles, suecos y británicos, y sus influencias perduran en la arquitectura, la cultura y la lengua de la isla.
EL NACIMIENTO DE UN DESTINO DE LUJO
La semilla del turismo se plantó en St. Barths a finales de la década de 1940, cuando el aviador holandés Rémy de Haenen aterrizó en el actual aeropuerto Gustaf III.
A partir de los años 60 se construyeron hoteles, y desde entonces se corrió la voz sobre el atractivo de la isla. En los años 70, St. Barths ya se había forjado una reputación como destino vacacional de lujo, atrayendo a famosos de todo el mundo.
UNA ESCAPADA EXCLUSIVA
Hoy en día, St. Barths sigue siendo un destino para las mentes más poderosas e influyentes del mundo, que ofrece una mezcla ideal de inmersiones en la naturaleza, compras de lujo, gastronomía y vida nocturna. El puerto de Gustavia acoge numerosos yates imponentes y renombrados eventos náuticos, como la Bucket Regatta y Les Voiles de St. Barth Richard Mille.